Tranquilo: tus fotos de Whatsapp no aparecerán en Facebook

martes, marzo 11, 2014


Después de que Facebook haya comprado Whatsapp y la caída de servicio durante algunas horas, numerosos rumores han aparecido en las redes sociales sobre este programa de mensajería. Y sobre todos ellos, está cobrando fuerza un mensaje que, afortunadamente, es un hoax como una catedral.

Mensajes como "Adiós privacidad: Fotos de Whatsapp aparecerán en Facebook en una carpeta pública" y similares están llenando el muro de mis contactos de Facebook. Todo comenzó con una publicación en vivafm.com.pe citando como fuente a la revista TIME, que aseguraba que las fotos que enviásemos por Whatsapp se subirían automáticamente a una carpeta pública de nuestro perfil de Facebook y que por tanto, sería visible para contactos y extraños. Y claro, el mensaje ha corrido como la pólvora. Como el de "pulsa en mi nombre y cambia esto y esto para que no puedan ver mis fotos", "pasa este mensaje y el muñequito de Messenger será azul" o "Retuitea este mensaje y Huerfanitos sin fronteras construirá una casa por cada RT". Y como todos, es completamente falso.
Es normal que nos indignemos cuando leemos información que no nos gusta y que puede atentar contra nuestra privacidad, nuestro bolsillo o cualquier cosa que nos toque la fibra en ese momento. Pero antes de reenviar mensajes de dudosa credibilidad, ¿por qué no nos paramos un momento a ver si son falsos o tienen algo de razón?

Características de un hoax
Los mensajes de este tipo suelen tener unas características que los hacen fácilmente reconocibles -por ello en realidad es curioso que se propaguen tan fácilmente si es realmente sencillo confirmar su veracidad-.


 Noticias impactantes que citan fuentes "fiables" pero nunca con enlaces.
 No están firmadas y, en el caso de pedir ayuda, ofrecen direcciones o teléfonos falsos.
 Se piden acciones sociales: que se reenvíe el mensaje, que se comparta.


Fines del hoax
Estas cadenas son muy antiguas, algunos recordarán la famosa carta de la peseta de la mala suerte que se hizo famosa allá por los 80-90. Años después, con el correo electrónico, no tardaron en surgir cadenas que pedían que lo reenviases a toda tu lista de contactos para prevenirlos de terribles sufrimientos -o no sufrirlos tú-. Ahora, con las redes sociales, es común recibir estos mensajes a través de Whatsapp, Facebook e incluso Twitter. Pero, ¿qué persiguen estas cadenas?

 Recopilar listas de correo para enviar spam
 Conseguir acceso a tus perfiles sociales
 Saturar las redes
 Alimentar su ego

Curiosamente, algunas de las cadenas que más éxito están teniendo en los últimos años no piden que envíes dinero, ni que reenvíes por email, ni que escribas a una dirección. Simplemente buscan que el mayor número posible de personas la comparta. Y es que no hay nada más gratificante para el creador de un bulo que verlo expandirse como la espuma.

Así que, a partir de ahora, ¡lee dos veces antes de compartir! No te creas todo lo que aparece en internet. Y por favor, no me envíes mensajes. Te lo pido como usuaria de redes sociales.

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