Por aquellas cosas de la vida, en estos días ando buscando trabajo y por suerte o por desgracia (según se mire) es la primera vez que tengo que afrontar situaciones como la solicitud de prestación contributiva y la búsqueda de un empleo en un mercado feroz que ofrece poco y exige demasiado. En esta situación, destacar se hace difícil, por lo que agudizar el ingenio es más necesario, incluso, que el tesón de ir puerta por puerta llamando a las empresas.
La web nos abre mil puertas para conocer ofertas que de otra manera jamás nos llegarían, pero también nos permite la posiblidad de mostrarnos en un gran escaparate virtual en el que exhibirnos de manera casi pornográfica a la espera de que llegue esa llamada tan esperada.

Las redes sociales han revolucionado las relaciones entre las personas hasta tal punto, que la huella digital se convierte en nuestra segunda tarjeta de presentación. Y es que nuestro paso por la red, al contrario de lo que pudiera pensarse, permanece a través de miles de millones de bytes de información, condicionándonos para el futuro. Hoy en día, además de nuestro aspecto personal, tenemos que cuidar adecuadamente nuestros perfiles en todas y cada una de las redes sociales que frecuentemos, porque nunca se sabe quién puede mirar ahí. ¿Buscas trabajo? Muy bien, actualiza tu currículum, elige bien tu ropa y ánimo, a por la entrevista de trabajo (si tienes suerte y te llaman para alguna). Pero acuérdate de dar un repaso "googleando" tu nombre antes. Puede que tus futuros jefes ya lo hayan hecho antes y se encuentren con alguna sorpresa.

Por eso, aquí van algunos consejos que debemos tener en cuenta si somos usuarios activos en la red.