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Aída Nízar, el periodismo "social" y los "okupas" de Sevilla
viernes, junio 22, 2012Foto: F. Artacho |
Como sabréis los que véis Sálvame - venga, que ahora nadie lo ve pero las audiencias no hacen más que subir cada semana - este colaboradora tiene una sección llamada "Sálvese quien pueda" en la que hace lo que ella considera como una especie de periodismo ciudadano donde ayuda a personas que no tienen voz. Ella misma se ha autodenominado como una especie de salvadora de las causas perdidas y allí donde hay algo que merezca ser denunciado está ella. Lo malo es que va cuando no la llaman ni la quieren... y claro.
Ayer nos ponían el cebo de como era "brutalmente agredida" por unos "okupas" en Sevilla. La intrépida reportera dicharachera - perdón, Rana Gustavo, por la comparación - se fue a unos pisos que hay en una zona de Sevilla que han sido ocupados por familias que han sido deshauciadas por los bancos. Estos pisos llevan años construidos, sin dueños y cerrados porque a ver quién es el guapo que vende ahora. Un grupo de familias que están desesperadas por la situación, se decidió a dar el paso. En público y sin esconderse ante nadie. De hecho hasta han abierto un blog donde cuentan su día a día, su situación y el caso de cada una de las familias. Y han hablado con la prensa que amablemente se ha presentado allí y que les ha pedido permiso para sacar su caso a la luz.
¿Qué pasó con Aída entonces? Según la versión de los vecinos, que cuentan en su blog, le dijeron que no querían hablar con ella y Aída Nizar, a la que nadie dice lo que tiene o no tiene que hacer - parece John Locke - insistió en entrar a la fuerza en el bloque de pisos, porque "no es una vivienda privada, es una casa okupa". Y claro, se montó la marimorena con una niña pequeña de por medio y todo.
Al final, lo que ha trascendido en Sálvame es que los vecinos okupas han agredido a Aída, comandados por los líderes del 15-M y que ella no hizo nada. Vamos, que al final le han dado la vuelta a la noticia y se convirtió una vez más, en la protagonista de la noticia. Ya no se ha hablado de que hay 36 familias que están sobreviviendo como pueden. Que no tienen nada porque la mala gestión financiera de los bancos las ha dejado en la calle sin nada. Se habla de que a la pobrecita de Aída le han dado una colleja.
A mí me dijeron en la facultad, que el periodista nunca debe ser el centro de la noticia. Se ve que ella ese día... ah, no, perdonen. Ni ese día ni ninguno...
Y yo me pregunto, ¿hasta cuándo vamos a aguantar en España este tipo de