Los retoques en Photoshop son algo común en las revistas de moda. Esa obsesión, casi enfermiza, por lograr la perfección en los cuerpos de modelos y famosos llega, en ocasiones, al surrealismo. Por ejemplo, esta foto de Beyonce, portada de Harper's Bazaar en la que sus piernas... salta a la vista. Una cosa es mejorar una arruguita que nos estropea una foto que ya no podemos repetir, y otra muy distinta es cambiar por completo a la persona que sale en la foto, pretendiendo además que creamos que es real. ¿Quién no se ha quedado impresionado de aquel cartel en el que Julia Roberts anunciaba las bondades de L'Oreal? Definitivamente, esa cara, por muy hermosa que fuese, no podía ser real. Y por eso en Inglaterra incluso se llegó a prohibir la campaña. Para evitar estos engaños, dos investigadores de la Universidad de Darthmouth han decidido crear una 'escala' para medir los retoques del Photoshop en las imágenes.

Muchos aficionados a la fotografía están deseando comprar una cámara reflex para hacer fotos espectaculares. Sin embargo, no todo está en la cámara, por lo que muchos usuarios se desencantan al ver que las primeras imágenes que toman no son tan impresionantes como pensaban. Todo porque no saben manejar correctamente los parámetros de la cámara para lograr los resultados deseados. Ahora es posible "trastear" los botones de la cámara antes de comprarla, y comprobar cómo sería la foto dependiendo de los ajustes prestablecidos. ¿Cómo? Cón un simple simulador.

¿Conocéis la famosa teoría de los Seis Grados de Separación? Fue enunciada por primera vez en 1930 por el escritor húngaro Frigyes Karinthy, aunque se popularizó alrededor de los 60, con estudios sobre el "pequeño mundo". En resumen, esta teoría señala que cualquier persona de la Tierra está conectada a otra, sea cual sea, por un máximo de seis contactos. A raiz de esto, en 1994, Kevin Bacon señaló que él había trabajado con todos los actores de Hollywood o con alguien que hubiese trabajado con cualquiera de ellos, demostrando así esta teoría. El comentario circuló rápidamente por la red y unos estudiantes del Albright College inventaron un juego en el que se buscaba el "número Bacon", es decir, el grado de separación entre un actor propuesto y Kevin Bacon.

Los avances en informática y nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados. Tanto que en cuestión de unos veinte años se ha pasado de toscos editores de texto hasta la posibilidad de editar un documento sin ni siquiera tener que instalar programas en el ordenador. Gracias a lo que se conoce como "computación en la nube", los usuarios pueden trabajar con aplicaciones online y guardar archivos en un servidor remoto. Estos archivos, a su vez, pueden descargarse o compartirse con otros usuarios, de manera que la comunicación se hace mucho más sencilla.

Además, este modelo permite sincronizar varios archivos dispositivos, como los smartphones, de manera que cuando se edita en uno, automáticamente se guardan los cambios en todos. La teoría es fantástica, pero ¿y la práctica? ¿Cuáles son las mejores aplicaciones en la nube?

No cabe duda de que Twitter es una de las redes sociales más influyentes de los últimos tiempos y que sirve para casi todo: cotillear, buscar pareja, informarse, divertirse... incluso para denunciar amenazas públicas. Ahora, en campaña electoral afortunadamente queda poco ya, los partidos se afanan en inundar esos pequeños 140 caracteres con mensajes elocuentes, con bondades que van a derrochar hacia el ciudadano y con todo lo malo que han hecho los demás. El mensaje es importante, pero, ¿nunca te has preguntado cómo sacarle más partido a tu cuenta en Twitter?

Utilizar una tipografía adecuada puede ser la clave para el éxito de una web o una presentación escrita de un trabajo. Para un diseñador web o un trabajador del sector editorial, unas nociones básicas sobre tipografía son esenciales para llevar a cabo su trabajo de manera impecable. Por ejemplo, a nadie se le ocurriria presentar un currículum impreso en Percival o en la tan odiada Comic Sans porque no será tomado en serio (a no ser que quieras trabajar en la próxima feria medieval, con lo que la primera fuente, usándola con un texto bueno, podría darte un buen trabajo).

Por el momento, Campofrío, Puleva, Bayer, Nestlé, Panrico, Milner, Banco Sabadell, La Razón, Reale Seguros, L’Oreal, Loterías y Apuestas del Estado, Ausonia, El Corte Inglés, Decathon, Chevrolet, Audi, Bimbo y Vodafone han dado plantón a La Noria y han decidido retirar su publicidad del programa. Todo comenzó con la campaña puesta en marcha por Pablo Herreros, que acabó con la caída en bloque de un gran número de anunciantes de La Noria.

No sólo existen redes sociales como Twitter, Facebook, Google+, Linkedin, Tuenti... En los últimos tiempos estas plataformas digitales han tendido a la diversificación y comienzan a mezclarse con los tradicionales foros temáticos. Además, gracias a elementos como las wikis han podido desarrollarse estas redes sociales que aúnan a personas afines a temas de todo tipo. Una de mis últimos descubrimientos, gracias a Cangu, ha sido Falsaria, una red social literaria donde todos los usuarios pueden publicar de manera libre sus textos.

Con la irrupción de las redes sociales en la vida pública, famosos y políticos se han apresurado a abrir perfiles en estas plataformas para estar más cerca de los fans y/o ciudadanos. No está mal esta idea, si tenemos presente que, para utilizar una herramienta no vale con usarla, sino que hay que saber hacerlo.

Los políticos y artistas españoles pecan, en incontables ocasiones, de ingenuidado ignorancia. ¿Quién no recuerda el desafortunado comentario de David Bisbal sobre las revueltas egipcias?

Seguro que muchas veces hemos necesitado poner un texto oculto para el lector: bien porque estemos contando un argumento de la última película que hemos visto o bien porque simplemente, queremos que ese texto no esté tan a la vista y sólo lo consulte quien esté interesado. En este post voy a explicar una sencilla manera de hacerlo.