Si estás buscando empleo activamente - como es mi caso - ya te habrás dado cuenta de las posibilidades que la web te ofrece a la hora de "venderte". Es obvio que los trabajadores somos más que un currículum en el que, por mucho que aportes, no puedes explicar todo tu potencial. Las cartas de presentación también se quedan cortas: en unas líneas es imposible expresar todo lo que puedes ofrecerle a la empresa y por qué debe contratarte a ti y no a otro. Internet, sin embargo, te abre un gran número de posibilidades para que vean, de un vistazo, tu profesionalidad.

Si quieres dar un paso más y demostrar toda tu valía, te propongo algunas opciones que pueden ayudarte a conseguir empleo y hacerte visible para las empresas. Ten en cuenta, también, que muchas empresas o "reclutadores" buscan información del candidato en la web, así que, ¿qué mejor manera de facilitarles el trabajo para que te encuentren rápidamente?

Videocurrículum: Lo primero que se nos viene a la cabeza este formato. No es más que un pequeño vídeo, que puedes subir a plataformas como Youtube o Vimeo en el que cuentas tu experiencia laboral, tus conocimientos y enseñas algunos de los proyectos que has realizado. Aunque al fin y al cabo no es más que un currículum, es mucho más personal que el documento en papel: eres tú quien se vende y pueden observar tu lenguaje no verbal, tu manera de expresarte y en apenas dos o tres minutos, tener una idea bastante aproximada de tu forma de ser. Si quieres lanzarte a hacer uno, es muy fácil, sólo tienes que seguir los pasos que te dicen en este vídeo:

Portfolio: Por muchos másters que tengas, por muchos títulos, idiomas o conocimientos que tengas, al final al que contratan es a aquel que sabe hacer bien su trabajo, de manera desenvuelta y creativa. No hay más. Pero, ¿cómo plasmamos esto en el curriculum? Aunque escribamos que dominamos la redacción, que somos imaginativos y que nuestra creatividad es desbordante, quien nos contrata no tiene manera de saber si es cierto o no. Pero hay una manera de demostrarlo: enseñando tu trabajo. Quienes se dedican al diseño tienen muy claro que una buena página web y una muestra de sus creaciones es fundamental. ¿Por qué no ampliarlo a todas las profesiones en las que podamos demostrarlo? Con las nuevas tecnologías es muy fácil: no necesitas alojamiento ni pagar ningún servidor. Por ejemplo, en mi caso he utilizado este blog como escaparate y Google Docs como contenedor para los PDF que he compartido. Simple, sencillo y rápido.

Blog: No hay mejor manera de conocerte que viendo cómo te desenvuelves en el día a día. No tiene por qué ser un blog profesional, puedes hacer uno personal en el que hables de determinados temas, comentes la actualidad o, simplemente, expreses tus aficiones. Lo único que tienes que hacer es cuidarlo y actualizarlo periódicamente. Si es a diario, mucho mejor - debería aplicarme el cuento - pero si no es posible, tal vez puedas plantearte una actualización cada tres días, o semanal incluso. Lo importante es que no se vea abandonado. Si tienes un blog y no lo actualizas desde 2009... mejor no lo pongas en tu curriculum.

Huella digital: Ya lo he destacado en otros post, pero es fundamental. No debes olvidar que las redes sociales están al alcance de todos y que todo lo que hacemos queda registrado. Si estás buscando trabajo, tal vez deberías configurar la privacidad de las fotos del Facebook o medir lo que dices en Twitter. No querrás perder un empleo antes de conseguirlo por un comentario desafortunado, ¿verdad?